Concentración y diversificación deben ser tratados como dos tópicos complementarios. La concentración no se limita a la participación porcentual o “share” como comúnmente se le conoce, sino que se extiende a otras maneras de medirla. En efecto, existen otras métricas más robustas para cuantificar el nivel de concentración de una variable, de manera que a través de un solo número pueda definirse si una variable está o no concentrado. Para ello, en este trabajo se presentan varias formas de medir la concentración, pero principalmente será el enfoque de Herfindahl-Hirshman como la métrica más usada internacionalmente para dimensionar el grado de concentración. Este enfoque tiene grandes virtudes: su cálculo es sencillo, es entendible y tiene gran aplicación.